Haciendo pop en el 2022
No hay rostros de gente común en el trabajo de Joshe Kaufmann. Mucho menos rostros anónimos. Su trabajo está habitado exclusivamente por personajes de la cultura popular. Celebridades, artistas, personalidades, caricaturas, habitantes del imaginario colectivo occidental. Bebe a partes iguales de la cultura norteamericana y de ahí salta a Chile, capturando algunos iconos, retratando ciertos referentes, como el caso de Violeta Parra. Las técnicas que utiliza también responden al pop de manual: reproducciones industriales, fotografía, serigrafía, collage, pintura en serie. El estatuto de la obra de arte como mercancía adquiere una nueva dimensión en el arte pop, una dimensión en donde colgar un cuadro en una pared de un living cualquiera resulta un gesto mucho más cotidiano. La dimension política puede sintetizarse en la contrastada silueta de un icono popular y con ello ofrecer al espectador la ilusión de poder participar de aquel ritual ideológico. En ello radica tal vez el éxito que Kaufmann nos cuenta que logra su trabajo: Todos queremos poseer un trozo de cultura que le diga al resto lo que somos.
¿Porque haces arte?
Hago arte porque me nace hacerlo, porque me resulta fácil de hacer, me resulta fácil en ese sentido poder vivir del arte, en términos de que no me cuesta hacer un cuadro porque lo disfruto. No es que no sea efectivamente algo difícil de hacer, lo es, pero al final del día no espero que sean las seis para salir corriendo del trabajo, o que termine agotado y el fin de semana no quiera hablar de mi pega, al contrario, vivo del arte y me encanta.
¿Cómo defines tu arte?
Yo creo que lo mío es un arte pop 2022. No sé muy bien cómo catalogarlo la verdad, hago obras que para mí resulten significativas en términos de mensaje, de colores, de vida. La verdad es que no tengo mucha definición para eso, no soy muy bueno para definirme, pero si tuviera que definirme de alguna forma diría que soy un artista pop.
¿Donde te ubicas, o que lugar en el arte te gustaría ocupar?
Cómo decía Victor Jara, uno no se ubica sino que a uno lo ubican, la gente te pone en un lugar y uno tiene que ser humilde y aceptar ese lugar y esa posición, ya sea tanto en términos de visibilidad como en términos comerciales, qué es algo importante cuando uno es un artista y se dedica a esto, nuestro sueldo es en base a lo que vendemos en arte. Donde me ubico la verdad es que no lo sé, siento que estoy en un lugar muy bonito, eso sí, un lugar muy agradable, un lugar donde la gente me felicita, me saluda y me da muchas muestras de cariño, no solo en redes sociales sino que también en la calle y en los lugares donde se encuentran con mi obra. ¿Qué lugar me gustaría ocupar? El de nadie, pero sí me gustaría estar en un lugar en donde mi obra puede tener alguna relevancia y trascendencia. Creo que con el "Violeta" se logró un poco, hasta el momento sigue siendo una obra que sigue dándome mucha satisfacción y mucho cariño. Obviamente quiero seguir adelante con obras como esa que puedan alcanzar alguna importancia.
¿Cómo son tus procesos creativos?
La verdad es que no me gustan mucho los artistas que hacen algo y que de alguna forma por tener buena aceptación se comienzan a repetir llamándolo lenguaje, entonces un artista que tiene un "lenguaje" es como el artista que la hizo y tiene con eso el reconocimiento de los galeristas o coleccionistas. Para mí el lenguaje es una excusa para auto repetirse, yo lo que quiero es estar en constante búsqueda. Tengo una cámara de fotos y saco fotos con una cámara pro, también tengo una cámara de hace 20 años y saca fotos con esa cámara también. Luego esas imágenes las digitalizo y cuando las tengo listas las imprimo en un papel especial, las intervengo, las vuelvo a digitalizar, las convierto a un formato mayor en tela, en papel o en otro soporte y luego sigue siendo intervenida. Algunas de ellas son fotografías o digitalizadas y se convierten en prints. Afortunadamente los originales se van rápido, y luego en base a esas obras originales también surgen otras obras, utilizó las imágenes como fondos o como referencia para hacer otras cosas, voy modificando colores o voy modificando piezas, o simplemente hago un nuevo print, lo recorto y lo vuelvo a "collagear" por así decirlo. Después paso de este formato, que es el que más hago, a la pintura, al graffiti, al paste up, buscando distintos formatos, ahora estoy pintando en acrílico sobre tela, la semana pasada estaba pegado pintando con tinta sobre tela y su papel, y así, no me quedo pegado con algo, soy muy busquilla y muy inquieto, y estoy constantemente modificando aquello que llaman "el lenguaje" justamente para no quedarme pegado.
¿Cuáles han sido tus mayores búsquedas como creador?
No lo sé, creo que la diversificación de las técnicas, mezclarlas, unirlas, ver cuáles son compatibles unas con otras, cometiendo sacrilegios, cometiendo insolencias, da lo mismo hacer de todo para llegar a un punto donde sientas que la obra final tiene un mensaje o tiene algo que sirva. A veces la gente no lo percibe de buenas a primeras y tienes que ayudarlos un poco, pero está bien, porque en el trayecto la gente le dio su propia interpretación y eso es algo muy bacán de este trabajo. Hay obras que yo sé lo que digo, pero por la manera como lo hago la gente le da muchas interpretaciones, entonces la audiencia ahí se expande y se logra algo muy bonito, algo que es completamente heterogéneo, el público es completamente diverso, poder llegar a muchos sectores, eso me encanta.
¿Cuáles han sido los proyectos o las obras que recuerdas con más cariño hasta el momento?
Yo cuando era chico trabajé en la Brigada Ramona Parra, allí hacia murales que hasta el día de hoy los encuentro increíbles. Partí chico trazando, allí me pasaban un pedazo de carbón y con eso trazaba, o con tierra de color, o con acrílico cuando había más presupuesto. Por lo general trabajábamos con tierra de color. Es un trabajo rápido, que tiene que ser efectivo y teníamos que terminar antes de qué llegar a la fuerza policial. Tengo varias heridas de guerra de esa época. No hablo de un mural en específico sino que varios que se hicieron, sobre todo en el Parque O Higgins, en la salida del metro, ese era uno de mis lugares favoritos para pintar con la brigada. Recuerdo otro mural que pintamos en la época del colegio, hicimos el Guernica de Picasso afuera del Liceo 7 cuando éramos estudiantes, y quedó también como una obra que muchos estudiantes admiraron, muchos compañeros que no conocía, gente de otros cursos se acercaban a felicitarme por haber sido parte de esa obra, que la hicimos entre varios estudiantes. También está el trabajo que hice de Roadie, yo también he trabajado en la música, he sido manager de artistas, sigo siendo manager de algunos, tengo una agencia de booking. En este momento había una necesidad muy fuerte de parte del gremio de los artistas de la música y sobretodo de los técnicos, que están agrupados en una asociación que se llama AGTAE, de visibilizar sus problemáticas. Ellos se juntaron e hicieron una marcha de "case caídos" por así decirlo, y recorrieron por la Alameda con los cases desde el GAM hasta La Moneda, y estaban allí todos los técnicos que con los que había trabajado con uno otro artista: iluminadores, sonidistas, roadies, etc, y todos con la misma problemática, que no había trabajo, no se estaban abriendo los aforos, no había ninguna posibilidad de generar ingresos. Entonces eso me sensibilizó y quizá hacer a la Violeta rockera, para eso me ayudé de la imagen de Jorge González tomando su bajo para que ella pudiera aparecer como siendo la roadie de Jorge González. Allí es que nace esa imagen que me ayudado a tener mayor visibilidad estos últimos años.
¿Cuál es tu visión del estado del arte hoy?
La verdad es que mi visión hoy día es bastante positiva, auspiciosa. Creo que tiene que ver mucho con los procesos personales, con cómo los artistas están profesionalizando su trabajo, desde saber firmar o saber vender sus obras y darles el valor que merecen. Creo que muchos están en esa senda, están progresando y avanzando hacia profesionalizar este trabajo que es hacer arte, pero también siento que hay muchos que tienen una escuela bastante precaria, en donde los recursos no están, tampoco los espacios para poder desarrollar su trabajo ni para mostrarlo, creo que hace falta mucho más de eso, estoy hablando de territorio, estoy hablando de todo Chile. Por la música he podido recorrer un montón de lugares y conozco casinos por ejemplo que tienen sala de exposiciones que están permanentemente cerrados, y eso es porque la gente local no se acerca a proponer proyectos. Hay que traer cosas de afuera. Entonces veo por un lado -por mi lado- que está muy bueno y qué hay artistas que están haciendo cosas muy bonitas en términos personales y comerciales, como el Payo Schotin, el Felipe Zegers o el Dorian Pinta, por nombrarte algunos. También están los que se quejan de que no se ganan un fondo y siempre seguirán ahí, creo que falta que ese artista chileno se convenza de que es capaz, y si es bueno hay que echarle para adelante, yo creo que las herramientas están, simplemente hay que buscarlas.
¿Qué Arte necesita el mundo que nos toca habitar?
Yo creo que el mundo necesita un arte dialogante, un arte crítico, un arte pensante, un arte de color, un arte no egoísta, un arte compartido, que sea circular, de convivencia. Creo que una de las herramientas más potentes que tiene el arte justamente es la visibilidad sobre lo qué pasa, en el entorno. Si tú te fijas en las noticias ellos tienen una pauta y tienen un contenido específico que responde a ciertos intereses, pero como artistas nosotros podemos a través de nuestro trabajo sacar otros temas a la calle, generar diálogos en torno a eso, faltan artistas que se atrevan en torno a ese lenguaje, con un mensaje rotundo, directo y necesario. Creo que eso hace falta, igual veo que hay muchos artistas que están haciendo el empeño y va bien, hay que ser optimistas. Creo que los artistas están trabajando para que suceda hoy, es algo que está pasando ahora.
¿Cómo vez el arte chileno?
El arte chileno en general lo encuentro bastante fome, me refiero al arte en términos generales, el arte histórico, encuentro que hay muy pocas cosas rescatables. Creo que una generación como la del 80 hizo cosas muy buenas y fueron muy valientes. Creo que la generación actual también es muy valiente y se ha atrevido a hacer cosas. Por generación actual me refiero a gente entre 29 y 45 años, entre los que me incluyo, que estamos haciendo cosas hoy para las futuras generaciones, llevando el paste up a la calle, llevando nuestra obra a distintos lugares de Chile y otros países, haciendo obras que sean de de fácil acceso en términos económicos para personas que normalmente no pueden adquirir una obra. Creo que los mensajes están siendo cada vez más directos y creo que esta generación va a dejar un legado muy bonito en términos de cariño y de afecto de la sociedad hacia ellos, como ha pasado con otras generaciones. Creo que hay varios nombres que le dan vuelta en la cabeza a la gente, yo lo he podido ver también conmigo cuando me contactan para adquirir mis obras, veo mucha admiración y mucho cariño, muchas palabras de agradecimiento cuando voy a dejar un cuadro, me invitan a tomar once, me invitan a pasar a su casa, me presentan a su familia, sienten un orgullo de acceder a una obra tuya y eso es muy bacán, entonces creo que mucha gente está haciendo muy bien la pega como para que eso suceda. La sociedad en algún momento despertó y está cambiando, y es bonito que se acerquen al arte no sólo para adornar como solía ser, sino que también para llevar un mensaje y que sea un arte con sentido dentro de cada casa, eso es muy bacán y me encanta que esté ocurriendo.